El conflicto laboral puede entenderse como la imposibilidad de que dos posturas consigan sus objetivos simultáneamente, bien porque son opuestas, bien porque persiguen el mismo objetivo a la vez.
Los conflictos son inevitables, peligrosos (ya que pueden desembocar en problemas) y pueden ser necesarios, porque pueden favorecer el crecimiento de las personas y las organizaciones.
Podemos distinguir dos tipos de conflictos dentro de las organizaciones:
- Improductivos: son perjudiciales para las personas y las organizaciones.
- Productivos: se pueden obtener beneficios de su resolución, como por ejemplo incrementar la cohesión del grupo, aprender a aceptar críticas o aumentar la motivación por aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario